viernes, 3 de julio de 2015

La Naranja Mecánica: Realidad abstracta y distrofia social.


Por: Alejandra Solórzano Dücker

La belleza de La Naranja Mecánica es que tiene sus ideales cinematográficos  y literarios basados en cuatro elementos principales que podemos distinguir: una novela basada en una ficción y sociedad distópica, con una historia de crecimiento moral y psicológico de los protagonistas, un toque de terror en el relato, y la sátira política. Podría decirse que hay un quinto elemento de índole filosófico que también podría reclamar parte de la esencia de esta película.

                                                              Fuente: lanaranjamecanicaa.tumblr.com

En general, es considerada una película de ciencia ficción satírica. Así mismo, la película nos relata una novela distópica porque tiene lugar en el futuro donde todo es oscuro, misterioso, violento, y los acontecimientos se desarrollan en un ambiente ficticio indeseable en sí mismo. El aspecto de terror de la misma no puede ser más claro en medio de todos los golpes, crímenes, robos y violaciones a lo largo del guion. La parte satírica viene a través de los comentarios políticos de la novela. Dándonos así una historia con género mixto.


La historia de la Naranja Mecánica es contada de una manera retrospectiva por Alex, un personaje que es tanto una víctima como un antagonista de la obligación moral, con una adicción por la violencia y el crimen. Alex habita en un mundo en el que está completamente desanimado, degradado por una rutina diaria de trabajo sin sentido, harto de la monótona cultura de las masas sociales (una combinación de propaganda del gobierno y estilos de vida carentes de interés), y rodeado de una gran cantidad de bares que sirven una variedad de drogas para deleitar a sus consumidores con fantasías incoherentes. Este mundo gris bien puede ser la visión de Anthony Burgess de un futuro no muy lejano en el que Inglaterra iba a perecer bajo las fallas del socialismo y del liberalismo, y Stanley Kubrick logró plasmarlo a la perfección. Es así, como las actitudes de Alex muestran una protesta impactante y violenta, al mismo tiempo que sínica.

Alex y sus compañeros de crimen, Georgie, Pete, y Dim, vagan cada noche a través de un paisaje desolador  en lo que ellos creen es una parodia de aventuras heroicas: disfrutando su tiempo al perpetrar una serie de violaciones, robos y asaltos, por lo general dirigido a personas casi completamente indefensas. Estos ataques son sin duda de origen patológico, pero el director fue cuidadoso de no hacerlo demasiado aterrador para el público. Alex es, irónicamente, un gran héroe como un gran villano, y sus actos violentos se describen de manera estilizada, individual y a veces con un toque cómico con el cual el televidente tiende a centrarse en su energía física e imaginación y no en el dolor que él causa. Cada una de las acciones de la banda es elegida al azar, nacida de la oportunidad de un momento más que cualquier hostilidad o la finalidad prevista, pero varios de los encuentros violentos son especialmente reveladores.

Esta historia no sigue la secuencia del viaje del héroe en su totalidad ya que no se habla de un héroe encomendado a cumplir una tarea en específico para lograr el buen común, pero podemos ver como al final el protagonista termina con ciertos valores aprendidos al igual que una moraleja.

La mayoría de las buenas historias comienzan con una lista de los ingredientes fundamentales: la primera situación, el conflicto, la complicación, el clímax, el suspenso, desenlace, y la conclusión. La Naranja Mecánica no es la excepción y engloba todos estos aspectos a lo largo del guión.

Como situación inicial tenemos al grupo de delincuentes, liderados originalmente por Alex, que van por la ciudad robando, destruyendo propiedad, haciendo vandalismo y sobretodo representando “el libertinaje juvenil” de una época moderna. El conflicto se empieza a desarrollar cuando Dim y Georgie, no satisfechos con la actitud reciente de Alex, desafían su autoridad y liderazgo y entablan una pelea. La complicación empieza cuando le tienden una trampa a Alex y lo abandonan a merced de la policía, misma que manda a una cárcel rigurosa y con algunas técnicas de reinserción social cuestionables debido a sus métodos modernistas y experimentales. El clímax empieza cuando Alex es sentenciado a 14 años de prisión, y es puesto como candidato para un tratamiento experimental empleando la técnica de Ludovico. El suspenso empieza cuando Alex, después de cumplir con el tratamiento experimental, sale de prisión incapaz de cometer delito alguno, incluso de defenderse, rápidamente su mala suerte lo hace encontrarse con sus antiguos cómplice. La conclusión llega cuando Alex, ayudado por el gobierno comienzan un tratamiento para revertir los efectos supresores que inhibieron la personalidad de Alex.
 Fuente: mechanicorange.tumblr.com

A lo largo de la película, es posible detectar algunas intertextualidades extraídas de lo que fue uno de los éxitos cinematográficos más grandes de Kubrick:  2001: Una odisea del espacio. Por ejemplo, la imagen de Alex apoyado en su bastón (símbolo de tiranía y poder) y lanzando a Dim y Georgie al río representa la escena inicial de esta película en la que interactúan varios hombres primitivos. Así mismo, podemos ver innumerables alusiones a Aristóteles, música de Elvis Presley, Beethoven y Mozart.

Dentro de los personajes principales podemos encontrar a Alex, con quince años quien juega el rol de narrador y principal protagonista. Alex es el líder vicioso de una banda de delincuentes que de vez en cuando van a la escuela durante el día y se dedican al vandalismo durante la noche.

Dim es el miembro más torpe de la banda, sin embargo es considerado uno de los más importantes. Cuando Alex golpea a Dim incitó a las primeras ideas de revelación del grupo ante su líder.

Pete es el miembro más sutil del grupo, y uno de los que más inspiraba a madurar y dejar atrás la vida delictiva. Georgie es sin duda el cabecilla de la rebelión contra Alex, y el personaje más descontento ante sus aires de tiranía.

El ministro de justicia es el antagonista más penetrante a lo largo de la película, simboliza la influencia represiva y totalitaria del gobierno socialista. Es él el que ordena a Alex someterse al tratamiento experimental con el cual se desarrolla toda la historia principal. Va muy en conjunto con el Dr. Brodsky, el principal pionero de la Técnica de Ludovico. El doctor es un personaje sádico que no se inmuta ante la tortura que sufre Alex.

En repetidas ocasiones, Kubrick abre sus escenas con inmensas tomas retrospectivas, al igual que distintas tomas de ángulo bajo (contrapicado) justo por delante de Alex durante sus crímenes y las diversas terapias a través de las salas con el psiquiatra en donde se puede ver un tight shot y close up. Escenas de urgencia y de desastre inminente fueron filmadas con una cámara de mano (en poder del propio director): la lucha de Alex con la señora de los gatos, una lucha bajo la lluvia, una marcha de victoria en el bosque y demás. Y más que en cualquier otro lugar en su obra, Kubrick utiliza planos subjetivos, identificándonos con Alex para que también nosotros podamos sentir lo más que se pueda sus circunstancias, como por ejemplo estar impotentes en el hospital, o una de las escenas más inquietantes cuando en su desesperación salto por la ventana estrellándose en seco contra el pavimento. Con este énfasis se asegura de que Alex tendrá nuestra simpatía a pesar de su comportamiento destructivo y que sigue siendo la víctima incomprendida de la injusticia social.

En La Naranja Mecánica, los personajes ven y utilizan el arte de muchas maneras diferentes, creando un panorama complejo y conflictivo de cómo el arte y la vida real interactúan. Alex utiliza la música, el cine y el arte para expresar y comprender su vida. El sexo por otra parte, no es una expresión de amor o intimidad, sino más bien una exhibición de poder y violencia.

La Naranja Mecánica desafía las ideas tradicionales sobre la función fundamental de la música, y es aquí donde la música desata lo que es más dominante en la naturaleza de Alex: la violencia. A lo largo de la película, la música clásica mueve Alex a una versión de éxtasis, atentados y otros actos de violencia. La música conecta a Alex con sus deseos e impulsos, y quitarle la habilidad de disfrutarla es como quitarle la mera esencia que lo identifica como un ser humano.

El vestuario de los personajes tiene un toque futurístico y sintético. El maquillaje que los personajes usan en la película (como la mayoría) tiene la intención de parecer que lo hicieron ellos mismos, y que son capaces de hacerlo sin ayuda. No es demasiado complejo, ya que la mayoría de los adolescentes realmente no entra mucho en las habilidades del maquillaje. El peinado de los personajes varía desde un estilo natural como en el caso de Alex y sus cómplices, hasta un estilo extravagante como se veía en los bares, con estilo espacial.

Los efectos especiales de ésta película fueron innovadores dada su época. Una técnica única de efectos especiales se utilizó cuando Alex salta por la ventana en un intento de suicidarse y el espectador ve como el suelo se acerca a la cámara hasta llegar a la colisión, es decir, como si fuera desde el punto de vista de Alex. Este efecto se logró al dejar caer una cámara  Newman Sinclair en una caja, con un lente de primera, desde el tercer piso del Corus Hotel. Los efectos sonoros no son tan complejos e incluyen numerosas pistas musicales clásicas de Beethoven y Mozart.

Finalmente, en medio de todo este debate sobre la elección moral, el libre albedrío, la libertad personal, y la modificación del comportamiento, Burgess y el director Stanley Kubrick transmiten un mensaje abstracto e incluso impactante con referencia a la sociedad.

La Naranja Mecánica fue producida con una modesta suma de 2.2 millones de dólares y fue un gran éxito en la audiencia de Estados Unidos a pesar de su categoría X con algún contenido sexual y violento. Grupos conservadores protestaron la exhibición del filme debido al alto contenido explícito. Una de las grandes críticas contra este filme es que Stanley Kubrick glorifica a un cierto tipo de violencia amoral, presentándola al espectador de una manera espectacular, colorida, cómica y muy detallada.

Muchos espectadores también respondieron a la presentación cínica en la película de la ciencia como una herramienta de control del gobierno. En la película, el gobierno elige a Alex a ser objeto de un procedimiento experimental, llevada a cabo por los médicos empleados por el mismo, que intenta controlar sus tendencias violentas mediante la alteración de su mente.

Aunque la película presenta este procedimiento como una pesadilla futurista, la primera mitad del siglo XX había visto el surgimiento de diversos métodos psicológicos y científicos para tratar de cambiar el comportamiento humano, así como los casos en que los gobiernos utilizan estos métodos para el control de los criminales y los otros miembros de la sociedad que considere como una amenaza.

Kubrick reflexiona su película como un pedazo de la sátira social al cuestionar la noción de los regímenes totalitarios. Kubrick estaba fascinado por el lado oscuro de la naturaleza humana, así como por los peligros de los sistemas políticos que los seres humanos crean para controlar sus propios deseos oscuros.

Ficha Técnica
Título: Clockwork Orange
Año: 1971
Duracion: 137 min.
País: Inglaterra
Director : Stanley Kubrick
Guión: Stanley Kubrick (novela por Anthony Burguess)
Fotografía: John Alcott:
Música: Wendy/Walter Carlos
Reparto: Malcolm McDowell, Patrick Magee, Michael Bates, Adrienne Corry, Warren Clarke, John Clive, Aubrey Morris, Carl Duering, Paul Farrell, Clive Francis, Michael Gover, Miriam Karlin, James Marcus, Geoffrey Quigley, Sheila Raynor, Madge Ryan, Philip Stone.
Productora: Warner Bros Pictures y Stanley Kubrick and Production
Premios: En 1971 , 4 nominaciones al Oscar: Mejor película, director, montaje, guión adaptado,

Genero : Drama Crimen

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